Los negocios y empresas estarán más familiarizados con este término ya que probablemente les suene de su factura de la luz. Pero tanto si formas parte de ese colectivo como si no, ¿sabes qué es la energía reactiva y cómo se aplica?
Qué es la energía reactiva
La energía reactiva se asocia con los aparatos que necesitan una bobina, motor, transformador… para funcionar.
En una instalación eléctrica, se consume este tipo de energía cuando uno de los anteriores aparatos funciona. Es la energía que permite que, por ejemplo, giren los motores o se enciendan las lámparas y que, por lo tanto, aumenta el total de energía solicitada a la red eléctrica. Este tipo de energía suele obligar a tener un mayor dimensionamiento de la instalación y aunque la energía reactiva no produce ningún trabajo útil, sí se refleja en la factura de la luz provocando un coste adicional.
Por qué se penaliza la energía reactiva
Es cierto que este tipo de energía no se consume de forma útil, pero sí se penaliza a modo de cobro en la factura de la luz. No hay que producirla, pero sí transportarla, y además desencadena sobrecargas en las líneas de transformación y generación, haciendo que sea necesario neutralizarla o compensarla.
La reactiva provoca que las compañías distribuidoras tengan que tener una capacidad de distribución mayor, con la inversión añadida que esto conlleva, y genera unos costes (pérdidas) que se trasladan a la factura de la luz en forma de penalización por energía reactiva.
Cómo ahorrar con la energía reactiva: compensándola
La energía reactiva se paga cuando se tienen tarifas contratadas como la 3.0, 3.1 o 6.x por lo que, tratándose de consumos relevantes, puede ser la culpable de aumentos sustanciales en la factura de la luz. No obstante, existe la posibilidad de instalar un aparato que neutralice la energía reactiva, ahorrándote ese sobrecoste.
Mediante la instalación de baterías de condensadores de potencia, se suministra la energía reactiva a la instalación, por lo que no hay que pedirla a la red eléctrica. Además, disminuye parcial o totalmente la demanda de esta energía a la red eléctrica.
¿Es rentable compensarla?
Por supuesto, es rentable y amortizable. Interesante valorarlo en los siguientes casos:
- Cuando existen costes mensuales superiores a 45 €
- Grandes consumos (se amortiza en menos de un año)
Una vez amortizada la batería, hay un ahorro de por vida. Además, también existen ventajas técnicas para la instalación, pues se reduce la potencia total y mejora ligeramente los niveles de tensión.
En Factor Energía te ayudamos a instalar tu batería de condensadores. Ponte en contacto con nosotros a través de nuestro formulario y pídenos un estudio de compensación de energía reactiva. ¡Verás cómo ahorras en tu factura de la luz!
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