También ha impactado en nuestras profesiones y negocios, muchos de los cuales ahora atraviesan situaciones muy difíciles. No hay que rendirse. Otras veces a lo largo de nuestra historia, hemos pasado por situaciones muy difíciles y siempre hemos resurgido como comunidad, incluso con más fuerza.
Ayuda necesaria a las pymes
Cataluña, como España, es un país de pymes, y en una situación como ésta es bueno recordar que sólo desde las pymes remontaremos y encontraremos salidas. No puede ser de otra manera. Nuestro tejido empresarial es mayoritariamente de pymes, muchas de carácter familiar, y generan cerca de un 65% de los puestos de trabajo, por lo que son imprescindibles.
Restaurantes, cafeterías, comercios de todo tipo ocupan y dan color a nuestras calles. Hoteles, peluquerías, cines y teatros y, en definitiva, los negocios más perjudicados por esta crisis necesitan apoyo para recorrer de manera segura el camino de la recuperación. Tampoco me quiero olvidar de la industria, muy presente en nuestro país y que también está sufriendo. El rescate de la economía, que implicará facilitar liquidez y proteger la tesorería de las empresas, hay que hacerlo inmediatamente.
La demora supondrá el fallecimiento de negocios y empresas. No lo podemos permitir si pretendemos una recuperación sólida y rápida -la famosa V-; por eso hemos pedido desde Pimec que la Administración destine buena parte de las ayudas europeas a liquidar facturas, subvenciones y devoluciones tributarias a pymes.
También apostamos por subvenciones directas para aquellos sectores especialmente afectados, como el turismo, la restauración, la cultura o el deporte, entre otros. Igualmente, consideramos que serían muy positivos las desgravaciones y ayudas públicas para la compra de material de protección y desinfección diaria de las instalaciones productivas. Además, también creemos que sería muy positivo ofrecer incentivos fiscales para recuperar la demanda, como buenos para el consumo subvencionados o desgravaciones en el IRPF.
Es innegable que estas medidas incrementarán el déficit público, sin embargo, no es momento de preocuparse por el déficit; salvar nuestra economía del hundimiento es la única vía factible para afrontar el pago del déficit público, sin nuestro tejido productivo generando riqueza no será posible repagar deuda. Es responsabilidad de todos evitar la desaparición drástica de pymes. Nos jugamos mucho en esto. Nos jugamos nuestro bienestar social y económico, e incluso nuestra idiosincrasia como país.
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