Ya hace tiempo que estamos adoptando medidas tendentes para cuidar el planeta, y hacer que el consumo humano haga más sostenible la explotación que hacemos del mismo. Con la prohibición de la venta de las bombillas halógenas, estamos dando un paso más hacia el objetivo de reducir las emisiones contaminantes y fomentar el ahorro energético. Si quieres saber más, continua leyendo…
El porqué del fin del uso de las bombillas halógenas
Para entender mejor el porqué de esta medida, tenemos que remontarnos al año 2012. Ese año la UE aprobó una normativa mediante la cual, se prohibían de forma progresiva aquellas fuentes de iluminación consideradas como ineficientes.
En el año 2012 se estableció un calendario para hacer más sostenible la iluminación de nuestras viviendas, empresas y calles. Así, se empezó con la prohibición de las bombillas incandescentes; en 2016 llegó el turno de los focos halógenos. Ahora les toca a las bombillas halógenas. El objetivo es la substitución de este tipo de bombillas por bombillas LED porque éstas proporcionan la misma calidad de iluminación que la halógena pero con un ahorro de coste de energía considerable.
¿En qué nos ayudará la sustitución de las bombillas halógenas por LED?
Esta medida ayudará a ahorrar hasta el 60% en el coste del consumo de iluminación. Si ya hace tiempo que has cambiado las bombillas tradicionales por LED; seguro que puedes confirmar este dato y el gran ahorro que supone el uso de LED.
Por ejemplo, una bombilla halógena consume: 60 W x 8.000 h x 0,13 / 1.000 W h = 62,4 €; mientras que una LED consume: 10 W x 8.000 h x 0,13 / 1.000 W h = 10,4 €. Como puedes comprobar la diferencia y el ahorro es muy amplio. De ahí, la normativa europea aprobada para evitar el uso de bombillas halógenas mucho más caras y contaminantes con el medioambiente.
Además, el uso de los LED es mucho más eficiente, sostenible y menos contaminante que las bombillas halógenas, y tienen una vida útil de unas 20.000-30.000 horas, muy superior a la que tienen las bombillas tradicionales.
¿Qué ventajas tiene usar bombillas LED?
Un LED es un diodo emisor de luz, «light-emitting diode» en inglés; y usarla tiene ventajas, como:
Son más eficientes
La tecnología LED está demostrado que nos ayuda a ahorrar electricidad. Consumen mucho menos que cualquier otro tipo de iluminación y rinden por igual, o mejor.
Duran más tiempo
Difícilmente deberás cambiar un LED. Su vida útil es infinitamente más extensa que la de cualquier otro tipo de bombilla y, además, son muy resistentes a temperaturas extremas, humedad y vibraciones.
No producen calor
A diferencia de las bombillas halógenas, si te sitúas bajo unas bombillas LED no sentirás que sube la temperatura. Los LED no queman ni producen calor como la tecnología lumínica tradicional.
Son ecológicas
En términos sanitarios, los LED son una versión sana de cualquier otro tipo de iluminación. No contienen materiales nocivos como el mercurio, por ejemplo. Así, además de ayudarnos a pagar menos electricidad, son reciclables.
Se encienden al momento
Le das al interruptor, y se enciende. Con las bombillas de bajo consumo y los fluorescentes debemos esperar a que la lámpara se encienda del todo; con los LED no.
Son regulables
La tecnología LED permite incorporar un regulador de intensidad, especialmente útil para aquellas habitaciones que no necesitan la misma intensidad de luz todo el día, como, por ejemplo, el dormitorio.
¿Qué LED es el más idóneo para uso doméstico?
A la hora de decidir qué bombilla LED comprar para sustituir a las halógenas, tienes que fijarte en la ficha de las especificaciones donde aparecen las indicaciones y características que debes tener en cuenta para escoger que la bombilla LED más adecuada.
Consumo y eficiencia
Sabías que la potencia de un LED se mide en vatios y es lo que consume la bombilla. En las bombillas LED la correspondencia de potencia y la cantidad de luz que generan no es tan directa como en otras categorías. Cuanto menor sea, menos consumirá la bombilla.
Y que la eficiencia de una bombilla se muestra en una escala igual que la utilizada para los electrodomésticos. Es muy visual. Todas las bombillas LED tienen una calificación A, A+ o A++.
Para entender en términos de eficiencia que ahorra la bombilla LED, puedes realizar la siguiente equivalencia: Si es A++, consumen menos del 30% de lo que lo hace la media de iluminaciones equivalentes; si es A+, consume entre un 30 y un 42%, y si la bombilla LED está clasificada como A, entre el 42 y el 55%.
Duración y funcionamiento
La vida útil de un LED nos indica la cantidad de horas que la bombilla LED funcionará de manera correcta. Sus ciclos de encendido representan las veces que podemos encender y apagar la bombilla antes de que empiece a fallar. Y el tiempo de precalentamiento es el tiempo que transcurre desde que la bombilla se encienda hasta que alcanza el 60% de su luminosidad.
En el caso de las bombillas LED suele ser instantáneo. Así mismo, su factor de mantenimiento (del flujo luminoso) es el porcentaje de flujo luminoso que el fabricante asegura cuando hayan transcurrido las horas de vida útil en las condiciones establecidas. Una cifra de 0,7 suele ser adecuada.
En definitiva, esperamos que después de leer este post hayas entendido el porqué de la prohibición del uso de las bombillas halógenas y las ventajas de sustituirlas por LED.
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