Aunque parezca mentira, la nevera puede ayudarte (y mucho) a ahorrar luz. Piénsalo.
Se trata de un electrodoméstico que se pasa todo el día encendido, del que depende que tu comida se conserve fresca y, quizás, del electrodoméstico más indispensable de tu casa; el que más tienes que mirar antes de comprar.
¿Se puede ahorrar luz en el uso de la nevera?
Pero, ¿cómo ahorrar luz con la nevera? A veces, lo más simple es lo más eficaz. Te proponemos 11 pequeñas cosas a tener en cuenta para que aprendas a ahorrar luz en casa solamente usando mejor el frigorífico.
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Busca la eficiencia energética
A día de hoy los electrodomésticos llevan una etiqueta que marca su nivel de eficiencia. Busca una buena calificación (A+, A++ o A+++), ya que un electrodoméstico eficiente te garantiza un mayor ahorro y un menor impacto medioambiental.
Tecnología inverter
Puestos a pedir, y dentro del campo de la eficiencia energética, una buena forma de ahorrar luz es elegir una nevera con tecnología inverter. Eso quiere decir que adapta la potencia a las necesidades de cada momento.
No llenar la nevera a tope
Una nevera muy llena no funciona eficientemente. Intenta no incorporar todo de golpe ya que se exige al frigorífico un sobreesfuerzo al enfriar.
Ten en cuenta para ello que deberás elegir una nevera de tamaño adecuado a tus necesidades; no te pases ni por grande ni por pequeña.
Descongela en la nevera
Si tienes carne o pescado en el congelador y pretendes descongelar para consumir por la noche o el día siguiente, colócalo en una superficie adecuada y deja que se descongele en el interior de la nevera. La comida se descongelará de todos modos y, además, aportarás un extra de frío al interior que aliviará el consumo de ese día.
No dejes la puerta abierta
Parece muy evidente, pero a menudo dejamos la puerta abierta mientras metemos y sacamos cosas de la nevera, mientras bebemos agua… Controlar la apertura de la puerta de la nevera puede reducir el consumo hasta en un 20% anual.
Procura que cierre bien
Lo mismo ocurre si la puerta no cierra herméticamente. Comprueba que el caucho de la puerta esté en buen estado; que no permita la entrada ni salida de aire. Para ello, coge un papel y ponlo en medio al cerrar la puerta. Si el papel se mantiene, cierra correctamente, y si se cae, es que toca cambiarlo por otro.
No introduzcas alimentos calientes
Vas a cocinar espaguetis para dos y acabas alimentando a todo el barrio, o piensas aprovechar ciertos ingredientes para hacer un caldo que no te vas a comer al momento o simplemente sobra comida y esta va directamente a la nevera. Error.
Nunca pongas cosas calientes en el frigorífico. Deja primero que se ponga a temperatura ambiente y ahorrarás electricidad además de un disgusto: el calor que esos recipientes desprenden puede dañar el estado de los colindantes y, además, crear escarcha en las paredes del electrodoméstico debidas a los vapores desprendidos. Lo mismo ocurre con el agua y los recipientes abiertos, que se evaporan y forman escarcha en las paredes, bacterias y malos olores.
Busca un lugar adecuado en la cocina
Hay veces en que es inevitable, en que el hueco de la nevera ya está hecho y no hay más remedio que colocarla en un sitio concreto. Pero si puedes elegir, elige un buen sitio. Relacionado con el punto anterior, la temperatura exterior afectará al rendimiento (y consumo) de tu frigorífico.
Si puedes, no lo coloques cerca de una fuente de calor como el horno, ni de una fuente de luz solar directa, como una ventana.
No hielo. No escarcha. No frost
Actualmente la mayoría de neveras lo son, pero asegúrate de que la tuya también es no frost. Esta tecnología evita que se cree hielo en la nevera, y es que lejos de enfriar, el hielo actúa como aislante y no deja que la nevera cumpla correctamente su función. Es decir, que puede provocar que se pierda hasta un 30% de energía.
No te excedas con el frío
Menos temperatura equivale a más consumo y, por tanto, más dinero en tu factura. Así que no te pases. Los alimentos que van dentro de la nevera no necesitan rebajar los 5ºC, y el congelador está bien si está a -18ºC. Además, evita que la comida toque la parte posterior, se congelará, se echará a perder, y además no permitirá la repartición homogénea del aire frío.
Cuida su higiene
Todo elemento externo (hielo, polvo, escarcha…) dificulta el correcto funcionamiento de tu frigorífico. Limpia una o dos veces al año tu nevera por detrás y, por dentro, más a menudo, con agua jabonosa; evitarás la formación de hongos y prevendrás la formación de hielo.
En Factorenergia procuramos facilitarte trucos de ahorro, por lo que también te ofrecemos consejos para ahorrar energía en casa. Otro relacionado con la nevera: añade discriminación horaria a tu tarifa eléctrica; si consigues mover parte de tu consumo a las horas más económicas, la nevera, que está siempre enchufada, hará el resto para que la amortices y consigas ahorrar luz y, por supuesto, dinero.
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2 comentarios
Interesante saberlo.
Estoy interesada en conocer más para ahorrar energía.
Voy a llamar
Muchas gracias por la información.
Hola Maria, ¡quedamos a tu disposición para cualquier duda! Un saludo.