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¿Cuánto se paga de luz al mes en España?

23/10/2024

El coste de la luz es un aspecto fundamental en la economía de los hogares en España. La factura eléctrica puede variar considerablemente en función de diversos factores, como la potencia contratada y el consumo energético. En este artículo se explorarán los distintos elementos que influyen en el precio de la electricidad. También se analizará la evolución del gasto mensual, las tarifas disponibles y consejos para optimizar el consumo.

Factores que influyen en la factura de la luz

La factura de la luz en España está compuesta por diversos elementos que determinan el costo final a pagar. Comprender estos factores es esencial para gestionar adecuadamente el consumo y optimizar los gastos energéticos.

Potencia contratada y su impacto

La potencia contratada se refiere a la cantidad de energía eléctrica que se puede consumir simultáneamente en el hogar. Se mide en kilovatios (kW) y tiene un coste fijo que se incluye en la factura mensual. Elegir una potencia adecuada es fundamental, ya que influye directamente en el importe total de la factura.

Si la potencia contratada es superior a lo que realmente se necesita, se incurre en un gasto innecesario. Por el contrario, si se fija una potencia muy baja, pueden producirse cortes de electricidad en momentos de alta demanda, lo que resulta en inconvenientes para los usuarios.

Coste por kW contratado: Generalmente, el precio oscila entre 35 y 45 euros por kW al año.
Revisión periódica: Es recomendable revisar la potencia contratada anualmente para ajustarla a los cambios en el consumo del hogar.

Consumo energético: elementos clave

El consumo energético se mide en kilovatios hora (kWh) y es uno de los principales componentes de la factura. Las variaciones en el uso de electricidad a lo largo del mes pueden provocar cambios significativos en el total a pagar.

Los elementos que más contribuyen al consumo energético incluyen:

Electrodomésticos: Aparatos como frigoríficos, lavadoras y calefacciones son responsables de un gran porcentaje del consumo. Es crucial utilizar electrodomésticos eficientes que optimicen el uso de energía.
Iluminación: El tipo de bombillas empleadas en el hogar también puede influir en el gasto. Las bombillas LED, por ejemplo, presentan un menor consumo en comparación con las incandescentes.
Calefacción y aire acondicionado: Durante los meses de invierno y verano, estos sistemas pueden incrementar de forma notable el consumo energético.

Otros componentes de la factura eléctrica

Además de la potencia contratada y el consumo energético, la factura de la luz incluye otros cargos que afectan el costo final. Estos pueden variar según el proveedor y la normativa vigente.

Alquiler de equipos: Si no se es propietario del contador de luz, es necesario abonar una cuota mensual por su alquiler.
Impuestos: Existen varios impuestos que se aplican a la factura, como el Impuesto sobre la Electricidad, que se calcula sobre el total de la energía consumida y la potencia contratada.
IVA: Este impuesto se suma al total de la factura, dependiendo del año se puede mantener entre el 5 y el 10%
Recargos: Algunos recargos pueden aplicarse para financiar descuentos a usuarios en situación de vulnerabilidad, lo que también se refleja en el importe final.

¿Cuánto se paga de luz al mes en España?

El coste de la electricidad en los hogares españoles varía considerablemente dependiendo de diversos factores. A continuación, se desglosan las medias y diferencias regionales, ofreciendo una visión clara del gasto mensual que puede esperarse.

Media mensual por hogar

El promedio puede fluctuar considerablemente en función del perfil de consumo de cada hogar. Factores como la cantidad de residentes, el tipo de electrodomésticos utilizados y la calidad del aislamiento de la vivienda son determinantes en el gasto eléctrico.

Hogar tipo:
- Familias numerosas, con mayor consumo por electrodomésticos y calefacción, pueden sobrepasar los 120 euros mensuales.
- Viviendas más pequeñas, como pisos donde se vive de manera más eficiente, tienden a estar en un rango de 70 a 90 euros.

Diferencias regionales en España

Las variaciones en el precio de la luz no solo dependen de los hábitos de consumo, sino también de la localización geográfica. En España, algunas comunidades autónomas presentan costes más elevados que otras, debido a la estructura tarifaria y la demanda existente.

Comunidades con costes más altos:
- Islas Baleares: el costo medio puede superar los 100 euros mensuales.
- Madrid y Cataluña: a menudo tienen tarifas más elevadas debido a la alta demanda.
Comunidades con costes más bajos:
- Extremadura y Castilla-La Mancha: suelen tener costes más accesibles, oscilando entre 75 y 85 euros mensuales.
- Galicia: presenta un precio competitivo gracias a su mix energético, donde predominan fuentes renovables.

Combinación de servicios: luz, agua y gas

La gestión de los servicios básicos como la electricidad, el agua y el gas es fundamental en cada hogar. Estos costes suelen sumarse, impactando considerablemente el presupuesto doméstico mensual. A continuación, se analizan los costes asociados a la luz y el agua, así como el total combinado con el gas.

Coste mensual de luz y agua

El gasto mensual en luz y agua puede variar significativamente dependiendo de múltiples factores. En general, el gasto en agua es menor que el de la electricidad, pero ambos componentes son esenciales.

Coste de la electricidad: Como se elaboró anteriormente, el gasto medio por hogar en luz es de aproximadamente 91,38 euros al mes en 2023. Sin embargo, este importe puede variar dependiendo del consumo y la potencia contratada. Las variaciones estacionales y los cambios en el mercado energético también influyen en este coste.
Coste del agua: El precio del agua se establece generalmente por un sistema de tarifas que incluyen una cuota fija y una variable, que depende del consumo. En promedio, el gasto mensual en agua ronda entre 30 y 40 euros, aunque puede ser menor o mayor dependiendo de la ubicación y el uso.

La combinación de ambos servicios puede representar un desembolso importante en el presupuesto familiar, superando los 120 euros mensuales en muchos casos.

Luz, agua y gas: precio total mensual

Al sumar el gasto de la electricidad y el agua, es habitual que los hogares también tengan que considerar el coste del gas, sobre todo en aquellos que utilizan este recurso para la calefacción o la cocina.

Coste del gas: La factura media de gas también puede variar significativamente dependiendo del tipo de vivienda y del uso que se le dé. Para un hogar medio, el gasto mensualmente por gas puede estar entre 50 y 80 euros, variando en función de la temporada y la eficiencia del sistema de calefacción.
Importe total combinado: Al sumar el gasto en luz, agua y gas, se estima que un hogar podría gastar entre 170 y 210 euros al mes en total. Este montante puede ser aún mayor durante los meses de invierno, cuando el consumo de calefacción es más elevado.

Así, la combinación de estos servicios básicos puede repercutir de manera significativa en la economía doméstica, propiciando la búsqueda de alternativas que pueden permitir economizar en estos gastos periódicos.

Tarifas de luz disponibles

El mercado energético ofrece diversas tarifas de luz que se adaptan a las necesidades de los consumidores. Conocer las opciones disponibles permite optimizar el gasto y aprovechar al máximo los beneficios que se ofrecen.

Opciones con discriminación horaria

Las tarifas con discriminación horaria son una opción cada vez más popular entre los usuarios que buscan ahorrar en su factura eléctrica. Estas tarifas permiten que el precio de la electricidad varíe según la franja horaria en la que se consuma. Entre las características principales se encuentran:

Franja horaria dividida: Generalmente, se establecen horas punta y horas valle. Durante las horas valle, el precio de la electricidad puede ser significativamente menor, incentivando así el consumo en esa franja.
Ahorro potencial: Los hogares que tienen un consumo elevado en horarios valle pueden beneficiarse de un ahorro considerable en su factura mensual.
Recomendaciones: Es fundamental adaptar los hábitos de consumo, como hacer uso de electrodomésticos en horas de menor costo, para maximizar los beneficios de esta tarifa.

Comparación entre tarifas

Al elegir una tarifa de luz, es crucial realizar una comparativa exhaustiva entre las diferentes ofertas del mercado. Algunos elementos a considerar incluyen:

Precio por kWh: Compara el costo por kilovatio hora, que puede variar sustancialmente entre diferentes compañías y tarifas.
Cargos fijos: Además del precio por consumo, es necesario valorar los cargos fijos que puede incluir la tarifa, como la potencia contratada.
Descuentos y promociones: Muchas compañías ofrecen descuentos por ser nuevo cliente o por contratar servicios adicionales.

Evaluar estas variables permite encontrar la opción más adecuada para cada hogar. Muchas compañías cuentan con herramientas en línea que facilitan esta comparación.

Cómo cambiar de tarifa eléctrica

Cambiar de tarifa eléctrica puede ser un proceso sencillo si se siguen algunos pasos básicos. Generalmente, el proceso incluye:

Evaluar el consumo: Antes de cambiar de tarifa, es recomendable analizar el consumo energético del hogar y determinar qué tipo de tarifa se ajusta mejor.
Investigar opciones: Comparar diferentes tarifas disponibles, tomando en cuenta los criterios mencionados anteriormente.
Contactar a la compañía: Una vez elegida la nueva tarifa, se debe contactar con la compañía suministradora. Esto puede hacerse a través de su página web, por teléfono o en persona, si cuentan con oficinas.
Confirmar cambios: Es importante recibir una confirmación del cambio de tarifa para asegurarse de que todos los aspectos están bien gestionados y que el nuevo servicio será efectivo desde la fecha acordada.

Por último, se recomienda mantener un seguimiento del consumo tras el cambio para verificar que la nueva tarifa realmente se traduce en un ahorro.

Eficiencia energética y reducción de consumo

La eficiencia energética se ha convertido en un pilar fundamental para reducir los costes en la factura eléctrica y promover un uso responsable de la energía. Implementar estrategias adecuadas puede significar un ahorro significativo en el gasto mensual de electricidad. A continuación, se presentan algunos consejos y mejoras que pueden llevar a una gestión más eficiente de la energía en el hogar.

Consejos para ahorrar en la factura

El ahorro energético puede lograrse mediante la adopción de prácticas sencillas y cambios en el comportamiento diario. Algunos de los consejos relevantes son:

Realizar un seguimiento del consumo mensual: Conocer el gasto puede ayudar a identificar patrones y momentos de alto consumo.
Utilizar bombillas LED: Sustituir bombillas tradicionales por LED permite una reducción significativa en el consumo energético.
Apagar dispositivos en modo standby: Muchos equipos continúan consumiendo electricidad en este estado, lo que puede incrementar la factura.
Regular la temperatura del termostato: Mantener una temperatura razonable en invierno y verano ayuda a reducir el uso de calefacción y aire acondicionado.
Descongelar el frigorífico: Un frigorífico limpio y libre de escarcha consume menos energía.
Utilizar electrodomésticos eficientes: Al elegir productos con etiqueta energética A+++ se contribuye a un uso más sostenible de la electricidad.

Mejoras en la eficiencia del hogar

Optimizar la eficiencia energética del hogar implica realizar inversiones en infraestructura y tecnología. Las modificaciones en la vivienda pueden mejorar el rendimiento energético de manera considerable:

Aislamiento de paredes y techos: Un buen aislamiento evita pérdidas térmicas y, por lo tanto, reduce el consumo de calefacción y refrigeración.
Instalación de ventanas de doble acristalamiento: Este tipo de ventanas mejora el aislamiento y contribuye a mantener la temperatura interior.
Uso de sistemas de energía renovable: Incorporar paneles solares puede disminuir la dependencia de la red eléctrica y reducir la factura de la luz.
Automatizar la iluminación: Sistemas de domótica permiten gestionar el encendido y apagado de luces, optimizando el consumo según la ocupación de las estancias.
Instalación de reguladores de voltaje: Pueden proteger los electrodomésticos y optimizar el uso de energía.

Consumo medio de electricidad

El consumo medio de electricidad en los hogares es un aspecto fundamental para entender los gastos mensuales asociados a la luz. Factores como el tamaño de la vivienda, el número de ocupantes y el uso de electrodomésticos juegan un papel clave en determinar esta cifra.

Factores que determinan el consumo

El consumo eléctrico de un hogar depende de múltiples variables. Entre las más relevantes se encuentran:

Número de ocupantes: A mayor número de residentes, mayor será el consumo eléctrico, ya que se utilizan más aparatos y se generan necesidades energéticas adicionales.
Tipo de vivienda: Las viviendas unifamiliares tienden a tener un consumo más elevado en comparación con los pisos debido a su mayor superficie y a los sistemas de calefacción y refrigeración que requieren más energía.
Calefacción y refrigeración: Los sistemas de calefacción, especialmente durante el invierno, y los aires acondicionados en verano, son responsables de un alto porcentaje del consumo total de electricidad.
Electrodomésticos: El tipo y la eficiencia de los aparatos utilizados en el hogar son determinantes. Electrodomésticos antiguos o de bajo rendimiento tienden a aumentar el gasto energético.
Aislamiento de la vivienda: Una buena aislación térmica puede reducir significativamente el consumo de energía. Las casas bien aisladas requieren menos calefacción en invierno y refrigeración en verano.
Hábitos de uso: Las rutinas diarias y la gestión del consumo energético, como el uso eficiente de la electricidad en horarios de menor demanda, también son factores que influyen en el gasto.

Consumo medio mensual por tipo de vivienda

El análisis del consumo mensual de electricidad revela diferencias significativas según el tipo de vivienda. A continuación, se presenta un desglose del consumo medio según distintos contextos habitacionales:

Viviendas unifamiliares: El consumo medio anual es aproximadamente de 3.754 kWh, lo que se traduce en un consumo mensual de alrededor de 313 kWh. Este tipo de viviendas suelen requerir más energía debido a su mayor superficie y al uso de sistemas de calefacción más intensivos.
Pisos: El consumo en pisos es, en promedio, de 3.373 kWh anuales, resultando en aproximadamente 281 kWh al mes. Esta cifra se debe a la menor cantidad de espacio y, por lo general, a un uso más eficiente de la energía.
Casas de eficiencia energética: En los hogares que implementan tecnologías de eficiencia energética, como electrodomésticos de bajo consumo y sistemas de energía renovable, se pueden observar reducciones significativas en el consumo mensual, a menudo por debajo de 250 kWh.

Coste y mantenimiento de electrodomésticos

Los electrodomésticos son elementos esenciales en cualquier hogar, pero su uso puede conllevar un gasto significativo en la factura de la luz. Es importante entender cuáles son los que más consumen y cómo optimizar su uso para reducir costes.

Electrodomésticos con mayor consumo

En cada hogar, determinados electrodomésticos son responsables de un mayor consumo energético. A continuación se enumeran los aparatos que más electricidad suelen gastar:

Frigorífico: Este electrodoméstico funciona de manera continua, manteniendo los alimentos frescos. Su consumo anual puede superar los 77,16 euros, dependiendo del modelo y su eficiencia energética.
Lavavajillas: Aunque permiten ahorrar agua, su uso frecuente puede elevar significativamente la factura de la luz, con un coste anual cercano a los 86,52 euros.
Secadora: Uno de los electrodomésticos más costosos en términos de consumo, su coste anual puede alcanzar hasta 121,68 euros, especialmente en climas fríos donde se usa con regularidad.
Calefacción eléctrica: En invierno, la calefacción puede ser uno de los mayores gastos. Un sistema de calefacción eficiente es esencial para controlar los costes durante los meses más fríos.
Aire acondicionado: Similar a la calefacción, el uso de aire acondicionado en verano puede resultar caro. Es recomendable usarlo de manera moderada y con tecnología eficiente.
Placas de inducción: Aunque son más eficientes que las eléctricas tradicionales, su uso intensivo puede resultar en una factura considerable. Es importante tener cuidado en la planificación de las comidas para optimizar su uso.

Consejos para un uso eficiente

Para minimizar el impacto de los electrodomésticos en el gasto energético mensual, se pueden seguir una serie de consejos prácticos y recomendaciones:

Seleccionar electrodomésticos eficientes: Optar por modelos con clasificación energética A+++ asegura un menor consumo energético y ahorro a largo plazo.
Utilizar programas de ahorro: Muchos electrodomésticos cuentan con modos de bajo consumo, como las lavadoras y lavavajillas que ofrecen ciclos económicos. Aprovechar estos programas puede reducir considerablemente el consumo.
Realizar un uso adecuado: Cargar completamente la lavadora o el lavavajillas antes de ponerlos en marcha ayuda a maximizar su uso y disminuir la frecuencia de funcionamiento.
Mantener los electrodomésticos limpios: Un mantenimiento adecuado, como limpiar los filtros del aire acondicionado o el condensador del frigorífico, ayuda a mejorar su eficiencia y evitar un consumo excesivo.
Optimizar el uso del frigorífico: Colocar el frigorífico en un lugar fresco, no abrirlo innecesariamente y regular la temperatura puede contribuir a un menor consumo.
Apagar dispositivos en modo standby: Muchos electrodomésticos continúan consumiendo energía cuando están en modo standby. Desconectarlos o utilizar regletas con interruptores puede reducir el consumo fantasma.

Cómo interpretar la factura eléctrica

Interpretar la factura eléctrica es fundamental para gestionar correctamente el gasto en energía. Cada factura incluye una serie de conceptos que pueden parecer complejos, pero entenderlos permite identificar áreas de mejora y ahorrar en el consumo.

Descomposición de los conceptos

La factura eléctrica se divide en varios conceptos que detallar los costes y cargos asociados al suministro de energía. Es crucial conocer cada uno para entender la cantidad total que se paga mensualmente.

Potencia contratada: Este es un cargo fijo que se paga mensualmente, independientemente del consumo. Se calcula en función de los kilovatios (kW) contratados para el hogar y su coste se expresa en euros por kW al mes.
Consumo energético: Corresponde al total de electricidad utilizada durante el periodo facturado, medido en kilovatios hora (kWh). Este importe varía dependiendo del uso de los electrodomésticos y la eficiencia energética de la vivienda.
Alquiler de equipos: Si la compañía no ofrece el contador de forma gratuita, se debe pagar una cuota mensual por su alquiler. Este coste se mantiene fijo y se suma a la factura total.
Impuestos: La factura incluye impuestos como el IVA, que se aplica sobre la totalidad de los conceptos anteriores. El IVA para la electricidad es del 5% en 2023, lo que puede variar en el futuro.
Recargo normativo: Este recargo se añade para financiar ayudas a los hogares en situación de vulnerabilidad. Es un porcentaje pequeño, pero que suma al total a pagar.

Identificación de errores comunes

Los errores en la factura eléctrica son más comunes de lo que se piensa. Ser capaz de identificarlos es esencial para evitar sobrecostes. Aquí se presentan algunos de los errores más frecuentes que pueden encontrarse:

Lecturas estimadas: En ocasiones, las compañías eléctricas emiten facturas basadas en estimaciones de consumo, lo que puede resultar en cargos inexactos. Es recomendable verificar si las lecturas son reales o estimadas.
Duplicación de cargos: Un error administrativo puede llevar a que un mismo concepto se facture dos veces, por lo que es importante revisar cada apartado individualmente.
Cambios en la potencia contratada: Si se ha modificado la potencia contratada, es necesario comprobar que la factura se ajuste a esta nueva condición. De no ser así, se puede estar pagando de más.
Aplicación incorrecta de tarifas: En caso de haber cambiado de tarifa, es fundamental asegurarse de que la nueva tarifa esté reflejada correctamente en la factura. Esto afecta directamente al total a pagar.

Consejos para reducir la factura de electricidad

Reducir la factura de electricidad es una necesidad para muchos hogares. Existen diversas estrategias y ajustes que se pueden implementar para optimizar el consumo y, por ende, disminuir el importe mensual.

Ajustes en la potencia contratada

La potencia contratada es un coste fijo que influye en el importe total de la factura de la luz. Realizar un análisis exhaustivo sobre las necesidades energéticas del hogar puede resultar beneficioso.

Evaluar el consumo habitual: Es importante monitorizar el uso energético durante un mes. Así se puede identificar si se está contratando más potencia de la necesaria.
Modificar la potencia: Si se detecta que no se llega a utilizar la potencia contratada, se puede solicitar una reducción. Este ajuste lleva un coste, pero puede resultar en ahorros relevantes a largo plazo.
Conocer las tarifas: Algunas compañías ofrecen tarifas con descuentos si se mantiene una potencia baja. Investigar estas opciones puede ser ventajoso.

Uso de tecnología eficiente

Incorporar dispositivos y electrodomésticos eficientes no solo contribuye a la sostenibilidad, sino que también puede reducir la factura eléctrica de manera significativa. La inversión inicial puede ser mayor, pero el retorno en ahorro energético es considerable.

Electrodomésticos de bajo consumo: Priorizar la adquisición de equipos con clasificación energética alta, como A+++ o A++, es fundamental. Estos electrodomésticos utilizan menos energía y, por lo tanto, disminuyen el gasto eléctrico.
Iluminación LED: Reemplazar bombillas incandescentes por LED es un cambio simple que reduce el consumo. Las bombillas LED consumen hasta un 80% menos energía y tienen una vida útil más larga.
Termostatos inteligentes: Instalar dispositivos que regulen automáticamente la temperatura del hogar puede ayudar a optimizar el uso de calefacción y refrigeración, minimizando el gasto.

Estrategias para el control del gasto mensual

El control del gasto mensual en la factura de la luz es fundamental para mantener una economía familiar robusta. Implementar estrategias adecuadas puede ayudar a gestionar el consumo energético de manera más eficiente y, por ende, reducir significativamente los costos asociados.

Monitoreo del consumo diario

Realizar un seguimiento diario del consumo de electricidad permite identificar patrones y comportamientos que pueden ser ajustados para mejorar la eficiencia energética. Este monitoreo puede llevarse a cabo de diferentes maneras:

Contadores inteligentes: Estos dispositivos ofrecen datos en tiempo real sobre el consumo de energía, facilitando la identificación de picos de uso.
Registros manuales: Anotar el consumo de electricidad de forma regular puede ayudar a visualizar los cambios y tendencias en el uso.
Comparación con meses anteriores: Revisar el consumo de electricidad de meses anteriores ayuda a identificar si se están aplicando las medidas de ahorro adecuadas.

Herramientas y apps de gestión

Existen numerosas herramientas y aplicaciones disponibles en el mercado que facilitan la gestión del consumo eléctrico. Estas tecnologías proporcionan datos precisos y análisis detallados que ayudan a los usuarios a tomar decisiones informadas sobre su uso de energía. Algunas características clave incluyen:

Alertas de consumo: Muchas aplicaciones permiten configurar alertas que informan al usuario cuando se excede un umbral de consumo específico.
Análisis de patrones: Estas herramientas pueden ofrecer análisis gráficos que muestran el consumo energético por días, semanas y meses, ayudando a detectar comportamientos ineficientes.
Recomendaciones personalizadas: Algunas aplicaciones sugieren cambios específicos en los hábitos de consumo basándose en datos recolectados, con el fin de optimizar el uso de la energía.

Implementar estas estrategias de monitoreo y utilizar herramientas adecuadas no solo promueve un consumo más consciente, sino que también fortalece la capacidad de una familia para gestionar su presupuesto energético de manera efectiva.

Las innovaciones en el sector eléctrico están transformando la manera en que se produce y consume la energía. Estas novedades permiten una gestión más eficiente y sostenible de los recursos energéticos, impactando directamente en el costo y la disponibilidad de la electricidad.

Tecnologías emergentes y su influencia

El desarrollo de nuevas tecnologías ha permitido optimizar la producción y distribución de energía. Entre las más destacadas se encuentran:

Energías renovables: La energía solar y eólica han visto un avance considerable. Los paneles solares de nueva generación son más eficientes y accesibles, mientras que los aerogeneradores han evolucionado para generar mayor electricidad con menos viento.
Almacenamiento de energía: Las baterías avanzadas permiten almacenar energía para su uso posterior, facilitando la integración de fuentes renovables en la red eléctrica. La tecnología de baterías de iones de litio está en constante evolución, ofreciendo mayores capacidades y menores costes.
Smart grids: Las redes eléctricas inteligentes o «smart grids» mejoran la gestión del consumo mediante un sistema de monitoreo y control en tiempo real, optimizando la distribución y reduciendo pérdidas.
Medidores inteligentes: Estos dispositivos permiten a los consumidores tener un control más directo sobre su consumo eléctrico, proporcionando datos detallados que facilitan la toma de decisiones para la optimización del uso energético.

Futuro del consumo eléctrico en los hogares

La combinación de tecnologías emergentes y un cambio en la percepción del consumo energético sugiere un futuro más sostenible. Algunos puntos a considerar incluyen:

Integración de la energía en el hogar: Aumenta la tendencia de los hogares que generan su propia energía mediante instalaciones fotovoltaicas. La posibilidad de vender la energía sobrante a la red se está convirtiendo en una práctica común.
Movilidad eléctrica: El crecimiento del uso de vehículos eléctricos impulsará la demanda de energía, lo que a su vez fomentará la inversión en infraestructuras de carga y electrificación que hagan rentable su uso.
Consumo responsable: La concienciación sobre el ahorro energético llevará a los consumidores a adoptar hábitos más sostenibles. La utilización de aplicaciones que monitoricen el gasto energético será cada vez más habitual.
Normativas y regulaciones: Las políticas impulsadas por gobiernos para apoyar la transición energética afectarán el mercado; se espera que se promuevan incentivos para la adopción de tecnologías limpias y eficientes.